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Descripción de las fases del grooming

Fase de inicio del abuso

Si el menor muestra curiosidad por el contenido sexual, el groomer pasa a la siguiente fase. En este momento el acosador pregunta al menor aspectos relacionados con la sexualidad (ej. si tiene vello púbico, si se ha masturbado o si sabe cómo hacerlo), le propone un intercambio de imágenes o vídeos, pide al menor imágenes con desnudos o con poses provocativas, vídeos o encuentros a través de la webcam, etc.

Si el menor facilita estas imágenes o videos, el acosador ya tiene material para el chantaje y le pedirá cada vez más contenido sexual. Si el menor no accede, o no sigue accediendo, a sus pretensiones sexuales, el ciberacosador comienza la extorsión, que suele consistir en amenazar con difundir el contenido que haya capturado con mayor carga sexual a través de Internet (plataformas de intercambio de vídeos, redes sociales, etc.) y/o enviarla a los contactos personales del menor. En este momento el menor se convierte en un mero objeto sexual del acosador.

 Fase de abuso y agresiones sexuales

En ocasiones, el control en la fase de acoso puede ser tan grande que el abusador se atreve a concertar una cita con el menor. Ante las amenazas del ciberacosador, el menor puede acceder a sus caprichos sexuales, llegando incluso aquél, a contactar físicamente con el menor y abusar sexualmente de él.

En el caso de que el menor muestre dudas para realizar lo que le pide o se niegue, el acosador utilizará frases para manipularlo del tipo “tú eres muy inteligente. Si te engañara te darías cuenta…”“Nunca haremos nada que tú no quieras hacer…..”, “Lo dejamos cuando tú quieras” “tú decides hasta donde podemos llegar”, etc. En otros casos utiliza argumentos para justificar socialmente la situación como por ejemplo “Muchas personas de tu edad lo hacen pero no lo dicen por miedo a sus padres”, “En otras culturas las relaciones entre menores y adultos es algo normal”.

Cumpliendo con todas estas fases se busca por parte del acosador  quebrantar moral y psicológicamente al menor, con el fin de conseguir controlarlo a nivel emocional.