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¿Que motiva a los jóvenes a llevar adelante esta práctica?

¿Que motiva a los jóvenes a llevar adelante esta práctica de sexting?               

Debemos tener presente que en la adolescencia ocurren una serie de cambios hormonales, físicos y psicológicos que llevan a los jóvenes a la necesidad de autoafirmación, de definición sexual y de pertenencia a un grupo, todo esto los hace más propensos a situaciones de sobreexposición en temas sexuales, especialmente en el entorno cercano entre pares, a quienes consideran importantes para su definición y aceptación social. Por este motivo, y a pesar de los riesgos que supone la extensión de la práctica del sexting, se sigue practicando entre los menores de edad. Las principales motivaciones para ellos suelen ser:

  • La presión que ejercen los demás (parejas, exparejas, chico/a que les gusta…) al pedirles ciertas imágenes comprometidas.
  • Para impresionar (en los mismos casos) o incluso auto-afirmarse y reforzar su autoestima cuando las “respuestas” frente a esas imágenes son alentadoras y positivas. No olvidemos que la imagen corporal cobra un papel muy importante en el desarrollo del autoconcepto.
  • La falta de experiencia de los chicos y chicas provoca que no le den importancia a las consecuencias de sus actos, por lo que producir y enviar sexting no es considerado por los mismos como un peligro, sino como un elemento más de seducción, o como una transgresión sin mayores consecuencias.
  • La pertenencia a los grupos de amigos también es un elemento que influye a la hora de realizar sexting. En determinadas ocasiones, puede ser una práctica habitual entre ellos a pesar de que pueda no existir intención de difundir las fotografías o los vídeos. Sin embargo, puede ocurrir que los teléfonos móviles o tablets que los contienen sean robados o extraviados, o que se produzcan situaciones como rupturas amorosas o discusiones que provoquen actos vengativos relacionados con el fenómeno que nos ocupa. (Vemos aquí la relación con la importancia de la protección adecuada de dispositivos, y de poner en práctica las pautas de seguridad que viéramos en el módulo anterior)
  • Imitación, sin duda la adoración o admiración que sienten por determinadas celebridades unida al hecho de que muchas de ellas produzcan sexting y después se haga público (de forma voluntaria o no), influye para que esa práctica se normalice.

Otro aspecto importante que incide en la dimensión psicológica de la problemática del sexting es la sexualización precoz de la infancia, entendida como el fenómeno que adelanta la adolescencia a edades cada vez más tempranas, a ello contribuyen anuncios, películas, series de TV, y los medios de comunicación en general, que erotizan a niños y niñas, y les llevan a intentar imitar  comportamientos adultos, cuando aún no han desarrollado ni el raciocinio necesario, ni la capacidad madurativa para valorar los riesgos que estas prácticas conllevan. Así, a pesar de que la mayoría de ellos manejan las nuevas tecnologías con gran soltura, a menudo desconocen los niveles de privacidad de sus perfiles en las distintas redes, por lo que consideran que una imagen “comprometida” no tiene por qué ser usada de forma fraudulenta, o no imaginan que las fotografías y vídeos de sus móviles puedan salir del mismo, olvidando la posibilidad de robo, pérdida o error en el envío. Es decir, el menor no percibe amenaza contra su privacidad, ni es consciente desde el punto de vista de la privacidad de que el hecho de realizar un video íntimo, distribuirlo o publicar imágenes y datos privados los coloca en una situación de vulnerabilidad. Del mismo modo no percibe que el hecho de tener notoriedad y mostrar cierto exhibicionismo de actividades privadas puede llevarles a situaciones graves y poner en serio peligro su intimidad e integridad.