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No hay control del impulso incial

Dado que el material erótico o sexual –imágenes y vídeos- producido a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se puede difundir fácil y ampliamente, casi siempre sin costo alguno y amparados a menudo por el anonimato, el remitente inicial (en este caso el menor) pierde el control de su difusión. La inmediatez de las nuevas tecnologías permite que ese primer impulso de envío que siente tanto el remitente inicial, como los posteriores, ante la visión de determinadas imágenes impida (desde el punto de vista psicológico) un período de reflexión que, que de existir podría evitar problemas posteriores.

¿Cómo les afecta si se pierde el control de la situación?

El sexting puede tener consecuencias imprevistas para quienes tomaron las imágenes o los vídeos, especialmente cuando el caso se convierte en algo público, tales como:

  • Humillación social para la persona que protagoniza esas imágenes.
  • El menor se enfrenta al insulto público, afectando en primer lugar a su autoestima, en una edad en la que se está formando su personalidad y ésta depende en gran medida de la imagen que viene del exterior.
  • Se producen, además, sentimientos de indefensión, principalmente cuando no se cuenta el caso a padres y madres o educadores, o de culpa (“yo he dado pie…”, “ha sido por mi culpa”), por verse en esa situación aparentemente sin salida.
  • Ese sentimiento de indefensión puede derivar en tristeza profunda, ansiedad, depresión, disminución o aumento del apetito o, incluso, en casos más extremos intentos de suicidio.
  • La desazón por la traición que acompaña el descubrir que una imagen se ha difundido o se ha hecho pública también compromete la habilidad del menor para confiar en otros y podrá hacerle sentir vulnerable e inseguro en futuras relaciones.
  • Estos sentimientos también pueden afectar al menor en su relación con el entorno escolar, y contribuir a un aislamiento autoimpuesto para evitar miradas, comentarios y más acoso por aquellos que han visto u oído hablar de la imágenes difundidas. En este sentido, la práctica del sexting puede conllevar otros riesgos asociados como los que ya hemos visto, el ciberbullying y el grooming agravando aún más la situación. INTECO (2011)

Otro riesgo importante es la GEOLOCALIZACIÓN (a través del uso de aplicaciones móviles), que asociada al grooming tiene su principal riesgo en la exposición a pederastas, puesto que las imágenes y vídeos pueden contener elementos que contribuyan a la localización y ubicación física del menor. INTECO (2011).